La Logia XX de Septiembre N° 144 fue fundada en el año 1895 y aún está vigente en la ciudad. Su presidente, Esteban Tagliaferro, aceptó una entrevista con LA OPINION en la que cuenta de qué se trata ser masón en estos tiempos.
Son las 17:00 y puntualmente nos recibe el presidente de la Logia XX de Septiembre N° 144 de nuestra ciudad, doctor Esteban Tagliaferro, ataviado con sus distinciones masónicas. La organización local trabaja bajo los auspicios de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones. Frente a nosotros el espectáculo de una serie de símbolos y alegorías incomprensibles, misteriosas que forman parte del paisaje de esta logia, hoy ya centenaria.
En ese ámbito transcurre una entrevista con el fin de conocer qué es y cómo funciona una logia masónica en estos días, y tratar de conocer un poco más de una organización que siempre mantuvo su sigilo por lo que ha transcendido rodeada de misterio, dudas y especulaciones.
-La primera pregunta es obligada: ¿son una secta?
-Excelente pregunta. Entendemos por secta un grupo de seguidores de una doctrina religiosa concreta. Ahora bien, la masonería no es ni puede ser una secta/religión tal como se encuentra plasmado en sus estatutos constitucionales. Es una institución aconfesional que recibe en su seno a hombres de todos los credos, creencias que no se someten a debate puesto que las mismas las dejamos reservadas al fuero íntimo mismo de las personas y no son de debate en logia.
-También es frecuente escuchar que son un grupo de lobby político.
-Ciertamente es algo que se encuentra muy arraigado en el imaginario social, algo que atribuyo más bien al cine y a la literatura que a la realidad. Tampoco somos un partido político, elevándonos por encima de esas discusiones que dividen a los hombres.
Estas dos preguntas iniciales son aquellas más frecuentes respecto de la institución y entendemos que también son ineludibles dada la dificultad de definición de la misma puesto su carácter “sui generis”.
-¿A qué se refiere cuando define la masonería como “sui generis”?
-Unica en su género, lo que dificulta aun mas definiciones concretas, puesto que son engorrosas las comparaciones, metodología epistemológica básica de aprendizaje.
-¿Tiene vigencia hoy ser masón, pertenecer a una logia, en pleno Siglo XXI?
-Entendemos que sí. Los desafíos sociales han cambiado, pero continúan. Esta logia fue fundada por un grupo de inmigrantes italianos de la primera oleada migratoria europea, allá por fines del Siglo XIX. Ellos venían con una problemática puntual que hoy ya es anacrónica, ya está superada, no obstante, los hombres pasamos pero las instituciones quedan.
Hoy, sobre el final de la pandemia de Covid-19 el desafío es otro, pero exigente, esto es la articulación del entramado social afectado por el aislamiento y el uso de nuevas tecnologías y ¿qué mejor institución para comenzar el reto que aquella que persigue la fraternidad de los hombres?
-¿Los masones se consideran hermanos?
-Así es, es una de las prerrogativas de la orden. Esta no reviste ningún carácter místico o mágico sino que nos reconocemos “iniciados”. En ocasiones esto es lo que puede generar algún tipo de confusión a la hora de catalogar la institución como secta/religión, pero la fraternidad masónica no reviste ningún carácter religioso.
-Ya que lo menciona, ¿qué es la iniciación?
-La iniciación, en palabras del antropólogo Mircea Eliade, es un psicodrama, la representación de una serie de principios filosóficos y morales sin ningún tipo de carácter sacramental.
-Hoy es frecuente verlos participar de actos públicos, presencia en redes sociales y en los medios. ¿Qué cambió?
-Bueno los tiempos cambiaron y nosotros nos adaptamos con ellos, no vivimos anclados en el Medioevo. Hoy nos desarrollamos en el seno de una Nación en pleno estado derecho, eso en el pasado no sucedía. Sin ir más lejos, durante la Segunda Guerra Mundial en algunos países europeos nuestros hermanos eran encarcelados y hasta fusilados por el solo hecho de ser masones. Esas persecuciones o la inquisición fueron las que nos obligaron a recluirnos al interior de nuestras logias, pero nunca dejando de trabajar en pos de la sociedad.
-¿Entonces sí actúan socialmente?
-Sí, desde luego, pero desde lo individual, no lo colectivo. Las logias persiguen la formación y perfeccionamiento de sus miembros en un ámbito relajado de fraternidad, lo que favorece la cooperación; pero no actúan desde lo institucional. Hombres esclarecidos son útiles a la sociedad y eso se traduce en progreso.
-¿En qué andan hoy los masones de la Logia XX de Septiembre?
-Muchos proyectos están en danza, afortunadamente gozamos de magnifica salud institucional; comprenderá que no puedo puntualizar en los mismos puesto que podría, accidentalmente, revelar la identidad de alguno de mis hermanos, y eso sí caballero, es el secreto mejor guardado.